El acto de deslizarse sobre las olas siempre ha sido parte de la cultura del pueblo polinesio, una ceremonia para honrar la energía del océano. Los tableros, a su vez, tenían un significado de conexión con Dios.

Los polinesios vivieron durante siglos cruzando el Pacífico y asentándose en sus islas y costas. Sin embargo, como ocurrió en otras partes del planeta, la llegada del capitán inglés James Cook a las islas hawaianas suprimió la cultura local en un leve genocidio.

Aun así, aunque aplastado por los nuevos habitantes, el surf se mantuvo vivo durante todo el siglo. XVIII, llamando la atención de ingleses y americanos que vivían en las islas. Hacia 1900, se produjeron algunos eventos que impulsaron el surf a otras partes del planeta. El principal precursor del surf (ahora deporte) en esta época fue Duke Kahanamoku. Nadador, remero y conocido barquero de las islas hawaianas. Duke, fue cinco veces medallista olímpica de natación y difundió la cultura del surf por todo el mundo. En aquella época, las tablas se fabricaban con madera de árboles locales, tal como lo hacían los polinesios.

A finales de los años veinte, procedente del interior del continente americano, apareció un personaje que provocó dos de los cambios más significativos en el acto de deslizarse sobre las olas. Tom Blake desarrolló las tablas huecas, elaborado con cola impermeable y un tipo de madera contrachapada, estructurada con cuevas, al igual que un barco.

Esta construcción hizo que las tablas fueran mucho más ligeras y aportó nuevas perspectivas no sólo al surf, sino también a una mejora significativa en el rendimiento de los remeros y socorristas. A partir de esta nueva construcción se produjo una industrialización del mercado, siendo las tablas fabricadas por industrias que contaban con equipos de carpintería. A principios de la década de 1930, Blake fue el primero en colocar una aleta en la tabla, revolucionando el concepto de maniobrabilidad y estabilidad. Las tablas de quilla hueca fueron el primer paso hacia lo que vemos hoy.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Bob Simmons se inició en el deporte. Fue otro practicante que contribuyó significativamente a la construcción de tablas de surf. En aquella época las tablas se fabricaban tanto en madera maciza como en sistema cueva (huecos) y ya revestidos (laminados) con fibra de vidrio y resina. Con el fin de la guerra, la madera fue sustituida por espuma expandida.

La espuma de poliuretano hizo pasar a la historia toda la tecnología de tablas de surf de la época. Las tablas de surf modernas fueron producto de la era petroquímica y de los milagros de la fibra de vidrio, la resina de poliéster y la espuma de poliuretano. En la década de 1950, el cambio en el rendimiento fue igualmente grande: los surfistas ahora podían mover sus tablas de espuma de una manera que nunca había sido posible con las de madera. Aún así, el tamaño de las tablas variaba alrededor de 10 pies.

La generación de los años 60 estuvo “liderada” por el australiano George Greenough y su creación, junto con el surfista profesional Nat Young (campeón del mundo en 1966) y su shaper Bob McTavish. Magic Sam, como se llamó el modelo, presentaba bordes más delgados, un fondo en V y una quilla más delgada, baja y flexible. A los pies de Nat, con su aproximación a las olas, los días del Nose Ride estaban contados…

Siguiendo esta tendencia, las tablas disminuyeron de tamaño, hasta alcanzar el extremo de 4 a 5 pies, volviendo a ubicarse entre 6 y 7 pies a principios de los años 1970.

El desarrollo de quillas sería el siguiente paso. En aquella época, muchos shapers ya experimentaban con tablas con dos aletas, que eran muy rápidas y maniobrables en olas pequeñas y medianas, pero muy tensas y resbaladizas en olas más grandes y menos profundas.

Inspirándose en una pequeña quilla gemela, Mark Richards desarrolló una aleta gemela que le ayudó a ganar cuatro títulos mundiales (de 1979 a 1983). Al mismo tiempo, otro australiano, Simon Anderson, mostró al mundo que una tercera quilla, colocada entre los extremos gemelos, aportaba mucha estabilidad y proyección. En poco tiempo, las triquillas o propulsores, como también se las conoce, dominaron la escena del surf.

Las triquillas (Thruster) fueron el último gran avance en el diseño de tablas de surf. Permitieron la evolución de las maniobras hasta llegar a hoy. Las cuadriquillas (Quad) también se han probado desde la década de 1980, y la configuración estudiada por Bruce Mckee es la más utilizada para el sistema multifin, haciendo que la misma tabla sea más segura y rápida en condiciones de olas más grandes y tubulares.

Los materiales y construcciones están siempre en prueba y evolución, sin embargo, la mayoría de los surfistas profesionales utilizan la combinación poliuretano/poliéster, y el mercado en consecuencia (o viceversa).

Otro factor es que algunas de las construcciones más modernas y de alta tecnología utilizan moldes en el proceso de fabricación, lo que limita, o casi impide, la personalización de los tableros.

REFERENCIAS


The Surfboard Art Style Stoked – Ben Marcus. Disponível em: 

http://surfing.about.com/od/thesurfboard/a/The-History-Of-The-Surfboard.htm

http://wiyb.sustainablesurf.org/boards/

http://wiyb.sustainablesurf.org/wp-content/uploads/2013/12/Polynesian-Perfection_P2.jpg